Preámbulo
El Prof. Carballo trata de
conocer lo que podemos hacer para mejorar la empresa partiendo siempre del
conocimiento previo de lo qué pasa. Para ello utiliza los modelos como una
aproximación a lo real, pero teniendo siempre presente, que pueden ser una
ilusión vana de comprensión que es necesario utilizar cuando se cuenta con
espacio, tiempo y recursos limitados.
Presenta
de forma simplificada dos modelos antagónicos desde el punto de vista de los
estilos de dirección.
El modelo de
dependencia
Basado en el supuesto básico de dependencia de Bion, cuando es aplicado a la dinámica institucional en una empresa.
Parte de dos grandes perspectivas:
- Grado de libertad: La relación emocional con
los jefes permite amplios grados de libertad personal y poca implicación
institucional. Existe una vinculación de persona a persona hacia
arriba. Los miembros perciben al jefe como un líder idealizado,
omnipotente, que debe satisfacer todas sus necesidades y deseos.
- Rol profesional de directivo: El directivo se
ve sometido a una fuerte inseguridad que se ve favorecida por una cultural
institucional en la que prevalece una posición de prepotencia en la él
sabe, o debe saber, qué hacer. Se exposición pública es excesiva, en
relación con su seguridad interior, y el resultado es la dependencia de lo
exógeno y de sus superiores. Encubre una fuerte ambición personal.
Los resultados son:
- Lo importante es la forma no el
contenido.
- Falta de horizontes, desorientación, que
lleva a acciones compulsivas y ansiosas.
- Resistencia a los cambios a los que el
entorno obliga
Consecuencias de la idealización del
jefe:
- Contribuye a una mayor jerarquización
- Favorece las tendencias de fragmentación
- Prevalece la acción sin el análisis y planificación previos
- No se tiene en cuenta la experiencia, la necesidad de aprender
- La asignación de responsables conduce a que en caso de fallo u error se conviertan en culpables
- Prevalece el resultado y el beneficio por encima de todo
- Posiciones de prepotencia que buscan huir de la realidad
Este
modelo de comportamiento en una organización se reproduce en todos sus niveles
provocando baja eficiencia, baja rentabilidad tanto económica como social y
bajos niveles de autoestima individual y grupal.
Partimos de que “el estado normal de
las organizaciones y de las empresas es el de fomentar supuestos básicos de
dependencia y este supuesto reduce las potencialidades de progreso y de
innovación”. Como estereotipo, es difícil no identificarnos con alguna de sus
partes, pero difícilmente una empresa es así.
El modelo de desarrollo
Fundamentado en dos variables interrelacionadas:
- La responsabilidad (y no la culpa) a que nos
induce tener presente que lo que hacemos es para alguien. El cliente se
convierte en el gran aliado para el progreso y la mejora de nuestras
organizaciones. El concepto de cliente se amplia para tener clientes
externos (detectar sus necesidades y satisfacerlas) y clientes internos
(en el proceso de la empresa todos son clientes –proveedores de otro).
Todo esto lleva a buscar la calidad tanto en los bienes y servicios como
en los procesos.
- La comunicación interna (intercomunicación) y
aprendizaje permanente. Si la intercomunicación interna de la organización
es de calidad, el proceso de trabajo será la calidad, será factible tener
un producto/servicio de calidad y por ende de un buen servicio al cliente.
Detrás de una comunicación de calidad están los grupos de trabajo pues se
potencia al individuo y a la organización para llegar a formas más
sofisticadas de trabajo.
Con este modelo de comportamiento se
crean condiciones para que la empresa se construya sobre la flexibilidad,
pasado de un modelo rígido (modelo de dependencia) a un modelo que se adapta a
las condiciones externas teniendo siempre una orientación estratégica y una
planificación eficaz que lleve a acciones coherentes “learning organización”.
Transito de un modelo a otro
Para pasar de un modelo a otro la
empresa deberá buscar siempre la eficiencia productiva y la social.
Es claro que hay que enfrentarse a las
resistencias internas al cambio para pasar de un modelo en el que priman la
acción por encima de todo, la jerarquización, la fragmentación, la
autocomplacencia, el pensamiento circular y sólo resultados, al opuesto, en el
que estaría el análisis para planificar las acciones, la autoridad profesional
contando con todas las energías disponibles, la integración en la
heterogeneidad, el pensamiento en espiral y la calidad y el cliente.
Las grandes bazas de cualquier progreso
empresarial son la calidad y el cliente (competencia). Ambas están íntimamente
relacionadas con la escasez (competencia) y sentido (orientación y pertenencia/
Holding).
La mejora empresarial pasa por:
- Participación activa en la competencia
- Participación llevada al interior de la
organización y a las relaciones entre servicios y clientes
- Dar sentido a las organizaciones
- Método de trabajo que permita el análisis
permanente de la realidad y la creación de espacios de comunicación y de
aprendizaje (desarrollo grupal)
Estas serían las bases con las que es
posible una empresa basada en la innovación y en la mejora competitiva y con
altos niveles de eficiencia productiva y de eficacia social.